El correo forma una parte importante de mi vida. Desde que era pequeña e iba con mi madre a dejar paquetes con los pedidos que hacían a mi padre de publicidad impresa, para que la empresa, que estaba en la ciudad de México los hiciera, las cartas que enviaba a mis amigos por correspondencia cuando estaba en la facultad, las felicitaciones navideñas que cada año envío a familia y amigos, y ahora, con los swaps que se organizan en Flickr y el proyecto 52 Weeks of mail.
Estas semanas he estado poniéndome al día con las cartas que tenía pendientes del proyecto, pues desde finales de junio dejé de escribir porque se me acabaron las direcciones, pero pensando que no me gusta dejar los proyectos sin terminar, he mirado la caja donde tenía las cartas que me han llegado y me he puesto a responderlas, aunque se supone que ya había cumplido la parte que me tocaba al escribirles a las chicas una carta.
Una de estas madrugadas me han dado la 5:00 terminando la última.
Por otro lado, escribir cartas o acordar intercambios también tiene sus recompensas. Me han llegado dos paquetes gigantes de Justine desde Australia.
Ella ya se estaba preocupando porque no llegaban, pero hasta ahora, las cartas y paquetes siempre me han llegado. Según contaba el chico de la mensajería MRW, las dirección en las pegatinas que les han puesto al llegar a España no coincidían con los que ponía en las cajas y se ha liado un poco.
Y también me han llegado cartas de Alejandra de México.
Con regalos por el día de muertos y
con regalos de Halloween.Así que tengo razones para estar contenta y no despotricar ¡jeje!
:o)
No hay comentarios:
Publicar un comentario